"Me muevo al ritmo de los ríos de turistas
que guardan sus instantes en retinas de cristal
Los trileros juegan y el anciano retratista
delinea el semblante de un Sinatra de postal
El espectro de luz va disminuyendo
el ruido se hace mucho menos denso
escucho retales de conversación
llamadas a casa desde la estación
entro en el vagón
Hay alguien ahí
Hay alguien ahí
Siempre nos encontraremos lejos
siempre hay alguien al que echar de menos
Un teléfono que espera nuestra voz desde el otro extremo
Respondo a los mensajes que quedan pendientes
minutos antes de llegar a tu ciudad
La voz metálica avisa a navegantes
y planea sobre escenas de premura y levedad
Pero la creciente distancia de mi atalaya
de salvajes con una mano alzada
encuentro en tu rostro un remanso de paz
no estamos hechos para caminar
en soledad
Hay alguien ahí
Hay alguien ahí
Siempre nos encontraremos lejos
siempre hay alguien al que echar de menos
Un teléfono que espera nuestra voz desde el otro extremo
Somos descendientes de viajeros
somos los eternos pasajeros
juntos que recorren hemisferios
con el peso de una cuenta atrás
Siempre nos encontraremos lejos
siempre hay alguien al que echar de menos
Un teléfono que espera nuestra voz
Siempre nos encontraremos lejos
siempre hay alguien al que echar de menos
Un teléfono que espera nuestra voz desde el otro extremo"
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